Gerardo Bedoya llegó al Cúcuta Deportivo con una mirada vigilante de los hinchas que saben y conocen de su gran experiencia en el fútbol, pero como el fútbol no perdona los malos momentos, el hincha estaba esperando que el llamado General diera su aporte a la tropa de jugadores que ahora comanda.
Bedoya llegó con sus estrellas y sus cinco soles ganados en campos de batalla en Colombia, Argentina en los que siempre ha sido campeón. Si campeón, él sabe lo que es levantar copas, hacer goles definitivos y encaminar grupos a grandes objetivos. Llegó el General que necesitaba Alberto Suárez, que guiara e interpretara en la cancha sus órdenes y dará la claridad al equipo.
Demostró Bedoya que aún tiene ganas, se mide en su físico, pero corre como un pelado de 20, aunque ya está cerca a los 40 años mas pensando en la dirección técnica en un futuro a mediano plazo, por ahora es ‘motilón’, se graduó con honores, el espera que sigan los aplausos y nunca lleguen los pitos, reclamos y silbidos, porque vino a la frontera a ganar, quizá a ponerle una condecoración mas a su laureada carrera en el fútbol.