
© 2015 SOYROJINEGRO.COM
En el fútbol a los técnicos los sostienen o los sacan los resultados. En un 99% cuando los resultados son buenos los estrategas se quedan y si esos resultados son malos, pues no hay manera de defender a un técnico, que bien renuncia, si tiene dignidad o espera a que lo saquen como pasa la mayoría de las veces.
El anterior preámbulo solo para introducir el tema de Alberto Suárez y su actual situación en el Cúcuta Deportivo. Van siete fechas y el equipo sólo tiene 6 puntos, un pobre balance de menos de un punto por partido, con solo 4 goles a favor y 12 en contra, la valla mas vencida del torneo. Si el equipo jugara bien, mostrara orden, se viera equilibrado, tuviese muchísimas llegadas cada partido y su fútbol fuese moderno, con una defensa sólida, un mediocampo de ida y vuelta, con llegadas por las bandas, encima siempre del rival, etc, pues hasta de pronto los aficionados tuviesen mas paciencia de la que han tenido hasta el momento y le dieran un compás de espera pues jugando bien, tarde o temprano los cosas mejorarían y los resultados debiesen llegar.
Pero, no. Luego de las dos primeras jornadas en las que Cúcuta gano uno y empató otro ante rivales de peso como Junior y Santafe, las cosas pintaban bien, el hincha estaba motivado, las tribunas abarrotadas de aficionados que se ilusionaban con una gran campaña de su equipo, pero luego la estantería se vino al piso. Dos derrotas ante Patriotas y Millonarios con presentaciones pobres, sin pena ni gloria ambas, con marcador 3 a 0, prendieron las alarmas. De ahí en adelante el equipo no ha conseguido buenos resultados, porque empatar con Cortuluá de visitante y con Chicó de local no son ni mucho menos marcadores para sacar carro de bomberos ni nada por el estilo. Y luego otra goleada 3 a 0 ante Huila que rebosó la copa de una bebida que tiene sabor amargo.
La sensación que queda viendo los toros desde la barrera es que el equipo esta reventado por dentro, que Suárez perdió el control del grupo y que los jugadores ya no le tienen ni la confianza ni el respeto que al principio de temporada se veía, como cuando en Bogotá se gano el cupo a la A en los cuadrangulares de ascenso.
Particularmente a Alberto Suarez lo respeto como técnico, es un tipo trabajador, inquieto, estudioso y que gracias a estas características es admirado en el ámbito colombiano. No por eso en este momento voy a dejar de expresar que su situación en el Cúcuta ya se hizo insostenible y que bien sea por sus propios medios renunciando o por decisión de los directivos hoy debería dejar de ser el técnico de la institución rojinegra.
No demoran algunos, los de siempre, en catalogarnos de «enemigos» del equipo de «críticos» acérrimos de la institución, de «periodistas negativos» etc, etc, etc. Una vez mas les respondo que para verdades el tiempo, como cuando nos tildaron de lo mismo hace unos años y el
Cúcuta lamentablemente se fue a la B, aquí mismo están las columnas en el archivo de soyrojinegro.com para quien quiera revisarlas, son parecidas a esta. Una vez mas escribo: las cosas se deben hacer en el momento, es mejor ponerse pálido una vez y no estar colorado toda la vida, el momento es ahora, se debe hacer ya un cambio en la dirección técnica para mas adelante no estar penando y pariendo burros como se dice popularmente, mala cosa a la que acostumbro el equipo a sus hinchas.
Y al presidente Cadena recordarle algo que debe tener muy claro pero que no sobra: el fútbol es un juego pero también es un negocio, sino se montan equipos competitivos que den buenos resultados, la gente no va, el aficionado no come vidrio, la gente sabe de fútbol y con lo que actualmente muestra el Cúcuta si esto no da un giro de 180 grados, en los próximos partidos difícilmente se volverá a ver lleno el General Santander.
Usted tiene la palabra Presidente, no dude, tome determinaciones, esto necesita un revulsivo ya, técnicos de prestigio hay varios disponibles y seguro que les gustaría dirigir al Cúcuta. Eso sí, de tomar la decisión de la no continuidad de Suárez, por favor no le vaya a salir a la gente con un apagafuegos como lo era Kiko Barrios en el Bucaramanga, lo que se necesita es un técnico de «quilates», con «charreteras» que por ahora ponga esta nomina a andar. Ya en junio habrá tiempo para mejorar el equipo y traer refuerzos de categoría, porque como se dijo anteriormente esta claro que al equipo le hicieron falta refuerzos, contrataciones hubo, pero refuerzos creo que Bedoya, Sosa, Jiménez, Canga y Lazaga quien a propósito, alguien nos debería contar la verdad de porque no juega porque versiones hay muchas en la calle.
Ojala las decisiones se tomen rápido para que el Cúcuta arranque, logre buenos resultados, aleje el fantasma del descenso y de paso evite que el equipo se vuelva el «hazme reír» con chistes como el que hoy hace carrera en redes sociales: «el Cúcuta hace la media inglesa: empata de local y se trae tres de visitante».
Amanecerá y veremos…..
Carlos Orduz
@orduzrubio