Este es Santiago Guzmán, revelación de Cúcuta Deportivo: su admiración por Cafú y el sueño europeo
El jugador antioqueño se consolidó en el equipo titular de Bernardo Redín, que está invicto en el Torneo y busca el ascenso a la primera división del fútbol colombiano.
Por Juan Camilo Garnica
A Santiago Guzmán (Envigado, 23 años) le ha tocado trastearse varias veces. Primero vivió en Medellín, luego se trasladó a la casa de sus abuelos maternos en el municipio del Líbano, Tolima, en donde pasó los mejores años de su infancia; y de ahí se trasladó con su papá, Diego Fernando Guzmán, arquitecto, y su hermano menor, Juan Diego, a Bogotá, en donde ha pasado la mayor parte de su vida. Su mamá, Fadia Martínez, falleció hace años, pero su presencia y su recuerdo -tiene tatuado su rostro en el antebrazo izquierdo- están siempre con él.
A todos partes donde fue y sin importar las circunstancias, hubo algo que siempre lo acompañó, y hoy todavía lo acompaña: su amor por el fútbol. Desde que tiene memoria, Santiago no se ha separado del balón, lo lleva a todos lados y es casi como una extensión más de su cuerpo. “El fútbol significa mucho para mí. Cuando era pequeño jugaba más que todo de delantero, pero también me gustaba defender, y como de lateral uno defiende y se desprende al ataque, me sentí cómodo y seguí en esa posición”, le cuenta a Soyrojinegro.com.
Así, entre el estudio, los entrenamientos y lo que aprendía por televisión de sus máximos ídolos, los brasileños Cafú y Dani Alves, se fue formando hasta ver materializado el sueño de ser futbolista profesional. “Empecé en La Equidad a los 10 años, jugaba torneos locales y fui escalando poco a poco, pasé por las categorías Sub-15, Sub-17, Sub 20 y llegué al equipo profesional”, recuerda.
Ahí en el cuadro ‘asegurador’ conoció a dos personas que han sido fundamentales en su carrera deportiva: Stalin Motta, hoy compañero de equipo, y Walmer Pacheco, con quien competía por el puesto. “Stalin es un gran ser humano, un líder dentro y fuera de la cancha. Y Pacheco fue un maestro, no me dejó jugar (risas), pero le aprendí muchas cosas”, rememora.
Con Equidad debutó en 2020 justamente en un partido de Copa Colombia frente a Cúcuta Deportivo. Pero ese año no contó con muchos minutos y se fue cedido a Tigres, de la segunda división. “Jugué todo 2021 el torneo de ascenso, me fue muy bien, y regresé a Equidad. Sin embargo, mi objetivo era irme de nuevo a préstamo para tener más continuidad, y ahí se me presentó esta linda oportunidad de Cúcuta Deportivo”, asegura.
Guzmán firmó por tres años y desembarcó en la frontera para el segundo semestre de 2022 cuando el técnico era Aquivaldo Mosquera, pero fue con la llegada de Bernardo Redín que pudo brillar y mostrar su mejor versión. “La clave estuvo en que nunca dejé de entrenarme de una buena forma, siempre lo hice pensando en que se me iba a dar la oportunidad y que cuando llegara, iba a demostrar por qué tenía que estar en el equipo titular”, dice.
El antioqueño, de 23 años, ha sido uno de los puntos altos del conjunto ‘motilón’ en lo que va del Torneo y la Copa, y, con orden y oficio, cada vez se consolida más en el lateral derecho. En total, ha disputado 10 partidos (900 minutos), los 10 como titular. “El entrenador me dice que primero debo defender y que cuando vaya al ataque, ayude al equipo. El ‘profe’ me ha brindado una confianza muy bonita que me ayuda a crecer como jugador”, agrega.
Por último, aunque reconoce que solo piensa en el ascenso con el Cúcuta y que todavía le queda camino por recorrer, se permite soñar. “Sigo trabajando porque algún día quiero llegar a Europa. Por su fútbol competitivo y el ritmo que maneja, me gustaría jugar en el Manchester City”, finaliza, ilusionado.
Cúcuta Deportivo, que ocupa la cuarta posición con 16 puntos, jugará el próximo domingo en condición de visitante frente a Real Santander, por la fecha 9 del campeonato. Y el 30 de marzo recibirá a Quindío, en el juego de vuelta de la Copa Colombia.